DÍA 89: ¡SE HA CUMPLIDO HOY (MÁS DE) DOS MESES Y NUESTRA VIVIENDA EN LA PAZ SIGUE OCUPADA POR PARTE DE LOS PROTEGIDOS DEL ABOGADO RUBIO, SIN MOSTRAR LA MÍNIMA VOLUNTAD DE DEVOLVERNOS LO QUE ES NUESTRO, POR LO QUE SEGUIREMOS DENUNCIANDO TODOS LOS DÍAS ESTE ATROPELLO DEL QUE HEMOS SIDO VÍCTIMAS!
*Suman ya 89 días de engaño e impunidad
*Al compañero Joel Estamates el mismo Arturo Rubio en persona le prometió hace un mes que sus protegidos pronto saldrían de nuestra casa, pero no lo han hecho.
Para evitar la guillotina, habíamos dicho que “cambiaremos el nombre de los actores, pero no podemos dejar de publicar algo que nos afecta y que solo exigimos que se cumpla. Al actor que pretende aniquilarnos de la Internet, es decir, nuestro más implacable Inquisidor en Sudcalifornia, le llamaremos “Despacho R&R”, o algunas veces, Abogado del Diablo”.
Sin embargo, como en este sitio no tiene cabida el “Despacho Rubio y Asociados”, ni Facebook, aquí si tenemos libertad de exponer el asunto tal como es, teniendo como actor principal -por el momento- al Despacho Rubio y Asociados (léase Arturo Rubio Ruiz).
Nuestra postura a la enésima promesa de la protegida de Arturo Rubio
La protegida del Abogado del Diablo, Arturo Rubio Ruiz, le pidió una tregua a nuestra madre para desalojar la vivienda de nuestra propiedad ubicada en el número 318 de la calle Clavijero entre Dátil y Naranja, Conj. Habit. Molino Harinero II, en La Paz, con tal de que paremos nuestros señalamientos desde este espacio en contra de ambos y del marido de la primera, un presunto guardaespaldas del gobernador Marcos Covarrubias -cuyos nombres nos reservamos por ahora.
Ella dice que ahora sí abandonará nuestra casa y que le hará entrega de las llaves de la misma a mi madre, Cenobia Ávila. Ocurre, sin embargo, que no lo creemos, ya que no es la primera vez que pide una tregua para desalojar y no lo hace.
Pese a sus mentiras y falsas promesas, le daremos por enésima ocasión el beneficio de la duda.
Si ya no aguantó nuestros señalamientos, el desalojo debe ser de inmediato y sin condiciones. Y no necesitan entregarle el inmueble a mi madre, sino a mi hermano que radica en La Paz. Rubio y su protegida saben de quién se trata y dónde trabaja.
LOS PRETEXTOS INFANTILES DE UN VIRTUAL DESPOJO
La protegida del Despacho Rubio y Asociados, aparentemente indignada por el trabajo periodístico que hemos hecho en nuestro propio foro, defendiendo lo que es nuestro, le ha confesado a mi madre que ella y su marido influyente que trabaja en la Procuraduría de Justicia del estado y que al parecer, actualmente es uno de los guardaespaldas del gobernador Marcos Covarrubias, no se habían salido de nuestra casa porque así se lo había pedido una tercera persona que vive en otro estado: “Ella nos ha dicho que no nos salgamos y que ella nos apoya”.
I. La única facultada para decidir el destino de nuestro inmueble es nuestra propia madre. Incluso, en caso de ausencia física natural, accidental o inducida, ella puede tomar posesión del mismo, toda vez que es a ella a la que tenemos como única beneficiaria. Por tanto, desconocemos categórica y rotundamente a quienes se abrogan un derecho que no les corresponde.
II. Que la protegida de Rubio se abstenga de seguir amenazando a nuestra madre, en el sentido de que si le da la gana “lo saco de donde esté, pero no he querido hacerlo, aunque ya sé dónde se encuentra”. Que sepamos, no le debemos nada a esta dama ni a su marido. Para empezar, ni los conocemos más que por sus conductas indeseables y en perjuicio nuestro.
III. Que sepamos, no hemos cometido genocidio, no hemos violado, no hemos secuestrado, no le hemos robado nada a nadie, no hemos chantajeado ni extorsionado a nadie, como para que la dama se abrogue el derecho de “sacarnos como animales” donde quiera que estemos. Hasta donde sabemos, la protegida de Rubio tampoco es jefe de la Interpol, ni agente de la CIA, del FBI, de la KGB o de la Gestapo. Ni tampoco es el juez Garzón (que por cierto fue inhabilitado por torcer el derecho internacional) ni Tribunal Especial, como para que lance esa clase de amenazas cobardes, como si fuéramos nosotros los que tengamos la obligación de rendirle cuentas y no al revés.
IV. Ya basta que la protegida de Arturo Rubio trate de justificar su presencia en nuestra vivienda, dizque porque una inmobiliaria así se lo ha pedido, con la que por cierto intentó entrar en tratos bajo el agua con toda la intención de apoderarse de nuestro único patrimonio en la capital del estado. Si la dama se jacta de ser abogada debe saber también que esa presunta inmobiliaria (que ni siquiera es mexicana) no tiene personalidad jurídica para reclamar tampoco un bien inmueble que enfrenta un juicio mercantil con el Banamex. Bueno, ni siquiera el Banamex puede abrogarse como suya nuestra propiedad porque de acuerdo con la ley no puede poseer más bienes inmuebles que los necesarios para sus operaciones cotidianas. El asunto con el Banamex se ventila ante un juez y es ante ese fiscal donde tenemos que rendir cuentas, las cuales son eminentemente financieras. El dinero para saldar la deuda que tenemos con el banco ya la tenemos, pero no podemos cubrirla mientras la protegida de Rubio siga empeñada en quedarse con algo que simplemente no es suyo, aunque diga misa.
V. Por este medio, le exigimos a Rubio y a su protegida que ya se dejen de lucubraciones y se abstengan de tratar de contaminarle la mente a mi madre con argucias absurdas y hasta infantiles, tratando de justificar su indeseable presencia en la casa de nuestra propiedad.
VI. Mi madre será de pocas luces, ingenua hasta cierto punto por actuar de buena voluntad, pero no es tonta. Tanto así que le ha dicho a la dama que la única solución a sus rabietas es la desocupación de nuestra vivienda, si tanto le molesta que saquemos a relucir sus intransigencias públicamente.
VII. Ya basta, abogado del Diablo, que tu protegida le siga diciendo a mi madre de que no somos dueños de nada. Porque si a esas vamos, ella tampoco. Y, sin embargo, sigue aferrada en seguir usufructuando algo que no es suyo.
VIII. Que yo sepa, ningún juez me ha comunicado que he sido despojado de mi patrimonio y que debo abandonar mi domicilio oficial por ese motivo. No tengo, no he tenido ninguna resolución de desalojo al respecto, que me obligue a entregarle mi casa a tu protegida. Y, aunque si así fuera el caso, de todas formas mis derechos seguirían a salvo. ¡Tú mismo, R&R, me lo has dicho! ¡Tú propia esposa lo ha dicho! Por tanto, no hay razón alguna para se sigan haciendo tontitos, dándole largas a un asunto que debe tener una solución inmediata: la salida de tu protegida y de su marido. ¡Qué se vayan a echar pulgas a otra parte! Baja California Sur no es tierra de indios, como para que piensen que llegaron a conquistarla y a quedarse con mi casa, como si fuera un botín de guerra. Y tampoco es Chipas, el lugar de origen de tu protegida. ¡Qué regrese a su tierra! Allá todavía puede hacer de las suyas por el atraso social de su gente y la arbitrariedad de sus autoridades.
IX. No pueden seguir gritando a los cuatro vientos que pueden desposeernos de algo que quisieran no fuera nuestro. Hasta donde sabemos, el recibo del agua –que no pagan por cierto- está a nuestro nombre y sigue saliendo a nuestro nombre; el recibo de luz, de igual forma, sigue saliendo a nuestro nombre. Del predial, no se diga. Aunque ni siquiera eso han pagado, el predial está a nuestro nombre y sigue saliendo a nuestro nombre. Y lo pagaremos cuando tu protegida y su marido influyente abandonen mi hogar.
X. Resulta muy cómodo escudarse en sandeces, cuando hay toda la intención de consumar un despojo, valiéndose de las lagunas del derecho y de la ley. Si no fuéramos dueños de nada, entonces ¿por qué diablos tú, Arturo Rubio, perderías el tiempo haciéndonos firmar un contrato de renta que se antoja fraudulento? ¿Y por qué diablos tu protegida firmaría como arrendataria de un inmueble cuya propiedad está en duda?
XI. Por otra parte, no es necesario que obliguen a mi madre a viajar hasta La Paz para que le hagan entrega física de mi casa, como le ha prometido ya tu protegida. No sean desalmados. ¿Por qué obligarla a viajar tan lejos, si bien pueden entregarle la llave a mi hermano? Además, no es seguro de que ahora sí tu protegida cumplirá su palabra y con todo, la obliguen a realizar un viaje costoso y cansado.
XII. Mi madre es una anciana de más de 70 años y está pensionada. Vive de sus ahorros y no está en condiciones de darse el lujo de viajar de nuevo haciendo un gasto inútil de su dinero, para que de nueva cuenta le salgan con otra sarta de tonterías y regrese a su lugar de residencia con las manos vacías.
XIII. Por consiguiente, nuestra postura al ofrecimiento de tu protegida es: No le creemos, pero si está dispuesta a abandonar mi casa que asuma un compromiso público, firmado por ella, por su marido y por ti. De otra forma, no habrá arreglo y seguiremos presionando públicamente hasta que decidan salirse, de una vez por todas.
XIV. Queremos esa propuesta de desalojo por escrito, con la fecha y la hora, y habrá de ser publicada en este mismo espacio. Una vez que se cumpla el ofrecimiento que han hecho, cesarán nuestras denuncias y señalamientos.
XV. Por consiguiente, mientras eso no ocurra, aunque no publicaremos más nuestras cápsulas-denuncia, todos los días y de manera intermitente publicaremos el contenido de este escrito, en tanto no recibamos su compromiso público (firmado) de que ahora sí nos harán entrega de nuestro inmueble., perderías el tiempo haciéndonos firmar un contrato de renta que se antoja fraudulento? ¿Y por qué diablos tu protegida firmaría como arrendataria de un inmueble cuya propiedad está en duda?